Page 84 - Revista SPORL - Vol 44. Nº3

VICENTE PINO RIVERO, ALICIA GONZALEZ PALOMINQ, GABRIEL TRINIDAD RUÍZ, ELADIO REJAS UGENA,
FERNANDO CARRASCO ClAVER, JUAN ALVAREZ DOMINGUEZ, LUIS MARQUÉS REBOLLO Y ANTONIO BLASCO HUELVA
En el postoperotorio inmedioto el paciente
presentó un cuadro de obnubiloción por lo que
solicitomos un nuevo TAC croneol que fue nor-
mol.
Mantuvimos el mismo tratamiento médico y
Io evolución clínico posterior fue sotisfoctorio clínico 0 falta de respuesta ol trotemien'o médi-
con retirado del drenoie (: los 3-4 dios.
Lo motilidod ocular se recuperó complem-
mente al igual que lo agudeza visual.
ouscusnóu
la ofectoción orbitoria por procesos infec-
ciosos nososinusoles es mós frecuente en la
población pediótrico que en odulios si bien el
globo ocular es Io estructura que mós común-
mente (3%) se ve ofectodo por lo extensién de
uno rinosinusitis ogudo' º ª.
Tol ex'ensión es mós común por via directo
o contigijidod debido o que los paredes orbito-
rios y especialmente Ia Iómino popiróceo sue
Ien ser finos o tener alguna dehiscencio óseo'.
En el caso presemodo el origen de Io celuli-
Ns orbitorio ero el seno frontal en lugar de los causos no hayan podido ser drenados o re5uel-
celdillos etmoidoles que sólo presemobon uno
ocupoción parcial tol y como comprobomos
duronie Io cirugía endoscópica.
Es difícil diferenciar clinicamente uno celuli— Ior por lo general lo estancia hospitolorio, pero
lis de un obsceso subperiéstico por lo que la
solicitud de un TAC con y sin contraste de Íosos
y senos poranosoles, en cortes coronoles y oxio—
les, puede ser de gran utilidad“ '.
Ademós nos permitirá conocer en lo mayo
rio de los cosos si existe compromiso retrosep
ml que se monifiesto clinicamente por disminu-
ción de lo motilidod ocular y de lo visión“.
Es necesario un obordoie multidisciplinorio
(ORL, Ohalmologío, Medicina Interna) y un diog-
nóstico precoz con ingreso del paciente para
tratamiento médico poremerol y seguimiento
clinico.
Los obscesos suelen requerir un drenoie oso
ciodo de los mismos aporte de lo ontibioticote
ropio, debido o que ésta llega relotivomente
3M
mol ol espacio subperióstico y exisle el peligro
Ioteme de ofectoción o pérdida de visión si Io
infección progresoº 'º.
Algunos outores prefieren reservar lo ciru-
gía poro aquellos cosos con malo evolución
co después de 48-72 h.
Deben utilizarse omibióticos de amplio espeC—
tro como los cefalosporinas de tercera genero-
ción (cehrioxono, ceftazidimo) en los celulitis
orbitorios para cubrir los gérmenes més fre-
cuentes: SI. pneumoniae, S. aureus, M. cathar-
ralis, H. influenzae, S. pyogenes“.
En oduhos y nifios moyores de 9 ofios se re
comiendo asocior un onoerobicido (p.ei. metro-
nidozol) por lo posibilidod de inÍección ofiodi-
do por estos gérmenes.
Clésicomeme el obordoie de lo colección
purulento se reolizobo por via externo (etmoi-
dectomio).
En lo actualidcd los técnicos de C.E.N.F.
hon supuesto grandes ventoios Írenie a los téc—
nicos obiertos pudiendo reservorse estos últi-
mas para aquellos abscesos que por diferentes
tos por via endoscópica” '“ “.
Este obordoie es mós sencillo e inocuo ol
evitor incisiones externos poco estélicos y ocor-
requiere experiencia por pone del equipo qui-
rúrgico y no es'ó exenro de complicaciones“.
Habitualmente los procedimienlos se llevan
o cabo mediante anestesia general y torundos
o mechas 'ópicos con vasoconsirictor (adreno-
lino) poro disminuir el songrodo introoperoto
rio, retroer la mucosa y Íocilitor Io visión endos-
cópica posterior.
Lo hemorragia en el posioperororio suele ser
pequefio o moderado y muchos ciruionos pre
Íieren no deior Ioponomiento nosol poro evitor
que lo sangre penetre en lo órbita a través de
los estruciuros obienos.
Paro permitir que lo colección purulemc sol-
go ol ex'erior pueden colocorse drenoies (tubos
o Penrose) y combiorlos periódicomenle.